viernes, 24 de febrero de 2012

Declaraciones de Isidoro Valcárcel Medina a propósito de Arco

De entre los artistas españoles, Valcárcel Medina, es uno de los más extraños. Un rebelde a golpe de silencios. Pionero del arte conceptual, creador de culto entre numerosos jóvenes de "la cuerda", ha pasado muchas décadas en la sombra, desarrollando "performances" y acciones insólitas. El Reina Sofía y el Macba de Barcelona lo rescataron. Y ahora Ivorypress le da foco con un libro/instalación. Es un "outsider" contra el todo.

A continuación, destacamos algunas de sus declaraciones más significativas, extraídas de una entrevista realizada por Antonio Lucas, publicada por el diario El Mundo el pasado domingo, 19 de febrero de 2012.

Arco sólo sirve para vender, no para descubrir.

Me gusta la insurgencia sin banderas. Porque las odio. A mí me interesa la reveldía silenciosa.

Me revientan bastante los artistas en general. La mayoría no actúa como seres con inquietud por salir del agujero, sino que se lamentan desde el agujero mismo.Se sitúan entre la autocompasión  y la autocomplacencia.

- ¿Qué te interesa de lo que ves en el arte? - Muy poco. Y lo que veo me hace comprobar que cada vez es mayor la falta de compromiso del artista, su no implicación en lo real, en el presente.

El arte es una acción personal que puede valer como ejemplo, pero que nunca es ejemplar. Hay un cierto vicio social en eso de permitir a los artistas permanecer en un púlpito pontificado. El arte no es producto sino una acción. El arte puede ser emocionante o ejemplar, pero no debe sentar cátedra. 

Hoy se hace hincapié en lo moral que puede tener el arte, pero no en lo ético. El mundo de la cultura está basado en simplificaciones cómodas. Y la carga referencial que se apoya sobre el arte es una estrategia que le viene muy bien al político (para la foto), a la sociedad (a la que en verdad no le importa el arte) y al propio artista (por su ego)... Ya es hora de desmontar todo eso.

Los museos... Tienen algo siniestro. Me explico: parece que están ahí para establecer una serie de verdades a las que hay que someterse como espectador. Todo museo impone una suerte de tiranía estética.

La mayor parte de los artistas están muy adocenados. Ya casi nadie se juega el tipo.

Las subvenciones... Esos artistas quejumbrosos que van por ahí llorando cuando les quitan la beca resultan muy pesados. Al carro de las ayudas se han subido encantados. También esos que se llaman emergentes. ¿Cómo puede aceptar un artista joven que le digan emergente?... Las becas son un peligro. Obligan a ir a su velocidad y por su camino.



2 comentarios:

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  2. Soy del gremio y estoy muy de acuerdo con lo que dices. Deberían prohibirse los pedestales.
    El ARTE solo es ETERNO cuando es PRESENTE, cuando deja de serlo solo es PASADO.
    luísamor.

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